Los instrumentos musicales son difíciles de usar

¿Qué instrumento es el más difícil de tocar? Ya sea que la música sea su profesión o un pasatiempo de su infancia, es probable que haya participado en este antiguo debate. O al menos, lo has pensado un poco. Por lo general, es una discusión de modales apacibles; pero he visto que las cosas se calientan.

Los instrumentos de viento metal requieren mucho aire para tocar una cantidad bastante pequeña de notas. El más mínimo cambio de temperatura puede causar estragos en los instrumentos de viento madera.

Los percusionistas deben tener manos firmes como una roca; cualquier indicio de temblor puede arruinar la integridad de su sonido. Los artistas de cuerdas también deben estar libres de temblores, sin mencionar su necesidad de dedos rápidos.

Los guitarristas tienen miles de años de géneros que dominar. Los arpistas tienen todos esos pedales de los que preocuparse. Los pianistas tienen todas esas claves de las que preocuparse. Los vocalistas están constantemente a merced de la salud de sus cuerpos.

La verdad es que este debate es absurdo. Cada instrumento musical tiene sus dificultades, defectos u obstáculos inherentes. Cualquier intento de medir hasta qué punto nos causan problemas es completamente contraproducente. Pero como siempre, siéntase libre de agregar sus pensamientos en los comentarios a continuación.

Primero, abre la puerta para que desarrollemos profecías negativas que se cumplen a sí mismas. Estos pueden resurgir fácilmente en la sala de práctica, o peor aún, en el escenario.

Por ejemplo, un trombonista está en medio de una actuación. Fresca en su mente es una conversación de más temprano en el día, cuando estaba convenciendo a sus amigos de lo difícil que es conectar sin problemas dos notas mientras se mueve el trombón a una gran distancia.

Ahora debe ejecutar esta tarea en su desempeño. Se dice a sí misma: “Pasar de este F-natural a ese F-sostenido sin interrumpir el sonido va a ser muy difícil. Voy a estropear esto... aquí viene... Genial. Lo desordené." En lugar de pensar en la música y confiar en su arduo trabajo en la sala de práctica, las palabras de esa charla anterior la sacaron de su juego.

En segundo lugar, saboteamos la solidaridad que nos ayuda a jugar juntos con éxito.

Digamos que un estudiante de fagot y un estudiante de tuba tienen este argumento justo antes de un ensayo de orquesta.

Estudiante de fagot 

Tengo muchas más teclas en mi instrumento que tú, y tienes menos notas que aprender para tus partes de orquesta. El fagot es más difícil.

Estudiante de Tuba 

Me toma más aire producir una nota que a ti. Y la tuba es mucho más fuerte que el fagot. Todos escuchan mis errores, pero puedes ocultar los tuyos fácilmente. La tuba es más difícil.La conversación los deja a ambos sintiéndose de manera diferente. El estudiante de fagot tiene la arrogante creencia de que su compañero de clase no tiene que trabajar tanto y, por lo tanto, dominar el fagot es un logro más monumental. La estudiante de tuba, por otro lado, está marginada y siente que su arduo trabajo es subestimado.