¿Por que amamos el cine?

Aunque hay muchas actividades maravillosas disponibles para nuestro placer en este pequeño y divertido planeta llamado Tierra, seguramente la búsqueda más feliz, digna y satisfactoria que una persona puede emprender es ir al cine. Ir con amigos. Ir con seres queridos. Realizando un viaje increíble desde la seguridad de un asiento de cine, rodeado de compañeros de viaje de ideas afines.

La última evolución del arte, el entretenimiento y la ciencia, las películas combinan lo mejor de los libros, el diseño, la ilustración, la música y el teatro, creando una experiencia única y deliciosamente superior que involucra el cerebro, despierta las emociones y alimenta el alma.

La pregunta es, y no es difícil: ¿cuál es el mejor lugar para ver una película? ¿Cuál de los muchos formatos disponibles permite que las películas sean realmente ellas mismas? ¿En tus pequeños teléfonos, tal vez? ¿El respaldo de un asiento de avión? ¿Qué tal en casa, solo? No, no y no. El mejor lugar para ver una película, obviamente, es el cine.

Para empezar, están las razones técnicas. 

La pantalla es más grande y clara en el cine. 

El sonido es más fuerte y agudo. Las personas son más fragantes y atractivas. Ir al cine mata el 99,9% de todos los gérmenes conocidos y la asistencia regular ciertamente prolongará su vida, a veces por décadas. Más probablemente.

Algo más abstracto es el sentimiento que tienes cuando vas al cine. 

La creciente emoción. Luego, cuando llegas allí, las vistas, los olores, la atmósfera.

Nos encanta su ritual. 

Desde cruzar las puertas, hacer cola para las palomitas de maíz y empaparnos de los tráileres, hasta perdernos en una película, rodeados de nuestros compañeros, antes de pasar el resto del día debatiendo cada aspecto de la experiencia. No es tanto una actividad como una forma de vida.

Nos encanta el escape. 

Nos encanta la concentración que se obtiene al sentarse en un auditorio a oscuras, ante una pantalla deslumbrante y brillante, envuelta en paisajes sonoros arremolinados y melifluos.

Luego está la nostalgia. 

La regresión gozosa. La oportunidad, cada vez que visitamos el cine, de volver a visitar nuestra infancia. Aunque ciertamente la experiencia ha evolucionado a lo largo de los años, en la mayoría de los aspectos que importan, apenas ha cambiado.

Sin embargo, lo que más amamos, lo hemos guardado para el final: 

La experiencia colectiva. 

Las películas, como la vida, están destinadas a ser compartidas. No estamos aquí solos, gente. Las experiencias son seguramente mejores cuando las experimentas con otros "experimentados". Nos ayuda a conectar y nos hace sentir de lo más conectados con las personas, el cómo podemos comenzar a evolucionar o sentirnos mucho más plenos, a la hora de crecer Cuando te sientas en la oscuridad, rodeado de tus amigos, y más allá de ellos, extraños con los que identificas, y todos ríes, o jadeas o lloras al mismo tiempo, Eso es lo que el cine significa para nosotros. Significa todo. Es nuestro lugar favorito del mundo.